El pasado sábado, 23 de marzo, en el Centre Cultural “El Molí” de Benetússer, tuvo lugar el acto de clausura de l’Escola de Ciutadanía en Femení “María Moliner”. Un acto emotivo e intenso, inaugurado por su presidenta Fina Ferriols Raga, que intentó, realizar un recorrido y un homenaje, a todas las personas y entidades que de ella participaron.
Tres fueron las mesas donde todas y cada una de las mujeres y hombres que las integraban, hicieron partícipe al público asistente de lo que la Escuela María Moliner ha supuesto en su proceso de empoderamiento individual para trasladarlo a lo colectivo. De como los conocimientos compartidos y las vivencias creadas, se convirtieron en parte de su existencia.
En la primera mesa “Educación Feminista para la participación real”, Alessandra Bocchetti y Marcela Santos Lastres, dejaron patente que lo personal es político y que todo lo concerniente a las humanas interpela y concierne a la otra mitad de la humanidad. Habiendo sido las mujeres desposeídas de todo derecho a lo largo de la historia, mecanismos como la CEDAW promueve la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres, una de ellas el acceso en igualdad de oportunidades a la educación para niñas y mujeres.
“Ciudadanía transformadora”, dejó paso a las emociones, los recuerdos. Nos participó de como la Escuela así como todas las personas que por ella han caminado posibilitaron sinergias que han apoyado la transformación social. En representación de las alumnas Laura García Guardado y Mariana Urueña Torres; representando al profesorado Noelia Valero Doménech y Carles Fons Poquet; Loli Salazar Val (Florida Universitaria) y Julio Huerta Balastegui (Fundación de l’ Horta Sud), como entidades que han facilitado con su apoyo económico y de habitabilidad, el desarrollo de nuestra Escuela.
La última mesa “Mujeres en la política. Política para la ciudadanía”, estuvo conformada por cuatro mujeres que forman parte del ámbito público valenciano: Rosa Peris Cervera, Isabel Lozano Lázaro, Isabel García Sánchez y Ana Martín Valero. Quiso mostrar la necesidad de que las mujeres, mujeres feministas, accedan a puestos de poder, de toma de decisiones para poder transformar la política en un canal real de participación, desposeerla del machismo y la misoginia que la ha impermeabilizado. Solo así nos aseguraremos de que se introduce en las agendas de políticas públicas la igualdad, las violencias que sufrimos en nuestra cotidianeidad, y de ese modo comiencen a tratarse como una cuestión de primera orden pública. Mientras que las mujeres sigamos siendo violentadas la sociedad no avanzará.
En cada una de las intervenciones se dejó constancia del vacío que deja la Escuela María Moliner, ya que continua siendo necesaria la formación feminista y con perspectiva de género en una sociedad machista, para revindicar el lugar de las mujeres como humanas y ciudadanas de pleno derecho en cualquier sociedad, denunciar a quienes se aprovechan y se lucran de ellas, pero sobre todo de la necesidad de formar, a las mujeres en especial y a los hombre en particular, con una perspectiva feminista que pretenda no sólo la igualdad real entre hombres y mujeres, sino la transformación de un sistema económico y social que es cada vez menos humano. Formación para comprender que la convivencia no tiene sexo ni género, que la igualdad es para todas las personas y que la construcción de una sociedad en igualdad, es tarea de todas.
Se despide la escuela con un hasta luego, sabemos y por ello nos sentimos orgullosas, que permanecerá a través de todas las mujeres y hombres que en ella han crecido, se han empoderado y han conseguido incorporar en sus vidas los aprendizajes realizados. Esa fue siempre su misión, sembrar, generar cambio a través del efecto multiplicador de la transformación personal, que es una de las pequeñas cosas que cambia y mejora nuestro mundo.
Todo lo querido queda, todo lo admirado renace, gracias infinitas a quienes, mujeres y hombres,
creísteis y creáis…
creísteis y creáis…
Redacción: Noelia Valero Doménech y Laura García Guardad